A finales de noviembre de 2020, una noticia repetida llamó mi atención mientras ojeaba la prensa americana en internet: eran artículos sobre el fallecimiento de un anciano de 86 años llamado David Deutchman. Este señor, después de jubilarse tras una exitosa carrera como ejecutivo en una gran empresa, quiso ser útil a la sociedad realizando trabajos comunitarios. En un principio se dedicó a dar conferencias en universidades pero, mientras recibía unas sesiones de rehabilitación de una rodilla en un centro médico de Atlanta, se dirigió a un hospital infantil cercano y preguntó si necesitaban trabajo voluntario. Lo que allí comenzó a hacer absorbió el resto de su vida: se convirtió en acunador de niños prematuros en la sección de cuidados intensivos neonatales del hospital. Durante veinte años, David Deutchman fue diariamente a dicha sala y sostuvo en sus brazos a niños que se encontraban en la incubadora y cuyos padres estaban trabajando; les hablaba, los acunaba y les daba ternura, ya que según los médicos esta terapia reporta inmensos beneficios para los infantes. Le llamaron el abuelo de la UCI infantil y él dedicó varias horas al día a dicha tarea al entender el bien que producía.
Pero lo que llamó mi atención no fue sólo el trabajo desprendido de este magnífico voluntario, sino el nombre del centro donde realizó su labor: el Scottish Rite Hospital, en español, el Hospital del Rito Escocés de Atlanta.
Rápidamente me puse a investigar el origen del nombre: este hospital fue fundado como hogar para la convalecencia de niños paralíticos hace más de un siglo, en 1915, por el doctor Michael Hoke y la señora Bertie Wardlaw con el patrocinio de un señor llamado Forrest Adair y los masones del Rito Escocés Antiguo y Aceptado de la ciudad. En las vidrieras del exterior y las columnas se pueden ver las hojas de acacia que adornan las mismas.
Como miembro de la orden masónica me llena de orgullo que este hospital lleve más de cien años ofreciendo sus servicios a la ciudadanía, aunque, en realidad no hay nada destacable en la noticia: en Estados Unidos y en el resto del mundo hay cientos de centros médicos, universitarios y cívicos fundados o sostenidos por quienes llevamos una escuadra y un compás en nuestros corazones: la filantropía es una de las columnas centrales de la Masonería.
Salud, fuerza y Unión.
A. F. M\ M\
https://edition.cnn.com/2020/11/21/us/iyw-icu-grandpa-dies-trnd/index.html
https://www.choa.org/about-us/history
Tan poco como podemos hacer, es tanto a veces para el que lo recibe….Atrevámonos a actuar .Con la responsabilidad de hacer lo que podemos y debemos hacer. Con la humildad de saber hasta dónde podemos llegar. Y sin tratar de obtener algo a cambio. Ya lo tenemos en la propia acción. Podría explicarlo ,pero nunca llegaría a la satisfacción de la propia experimentación.